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Las nubes grises se vuelven
y la noche oscura amanece.
Porque la sombra camina sin dueño
mas ya no tiene sueños.
Lejos en el horizonte se oye un ruido
es el negro que despieta con el frío.
No volví a ver el día
culpa del negro que me seguía.
Mas la oscuridad tapaba
al sol que allí estaba.
Los girasoles ya no giran
pues ya no hay luz del día.
El sol palidece
y el negro aparece.
Las niñas se esconden
y sus madres las socorren.
Pues el negro es Martin
y su oficio, su fin,
el de robacunas,
aún en ayunas.
Tomado de AlbumCancionYLetra.com
ari m.
guido h.e.
guido lago
martin n. (martin_naka@hotmail.com; www.fotolog.com/epec_brother; soy el negro!!!)