Agua del arroyo blanco, agua pa' saciar mis labios. Agua de tu primavera, de mi zalamera, pa' mi corazón. Eres para mí como agua clara que corre hacia mi corazón, que nace y que muere en el fondo del mar.
Eres para mí como la luna, desnuda entre la noche, guiando mis pasos hasta el amanecer. Así que para mí eres lo primero, aunque falte el dinero. Te quiero, sin oro ni plata te espero, hasta el amanecer.
Tú serás la calma y el consuelo, y el aire que me falta algunas veces. Agua del arroyo blanca, agua pa' saciar mi sed.
Quiéreme como se quiere por primera vez. Quiéreme, quiéreme para los restos de la vida. Quiéreme como sé que tú lo hacías. Quiéreme de noche, quiéreme de día, quiéreme, que mi alma es una bulería.
Agua del arroyo blanco, agua pa' saciar mis labios. Agua de tu primavera, de mi zalamera, pa' mi corazón. Susurraré mil veces al oído a que jamás buscaré nada fuera de tí, que jamás besaré como te beso a tí.
Créeme, créeme, porque es tan cierto lo que digo como lo es el sentimiento de un suspiro. Como el frío que siento en mi piel, sin abrigos, sin beso, sin sed.
Quiéreme como se quiere por primera vez. Quiéreme, quiéreme para los restos de la vida. Quiéreme como sé que tú lo hacías. Quiéreme de noche, quiéreme de día, quiéreme, que mi alma es una bulería.
Pero déjate llevar por el sueño que una vez vivimos, que una vez te dí.
Quiéreme como se quiere por primera vez. Quiéreme, quiéreme para los restos de la vida. Quiéreme como sé que tú lo hacías. Quiéreme de noche, quiéreme de día, quiéreme, que mi alma es una bulería.