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Había sangre en las ramas de ese árbol
supiste que la vida no es en vano
soñaste cosas que la gente nunca olvida
pensaste solo basta, nunca más
sólo mentiras, sólo mentiras
sólo mentiras, sólo mentiras.
El vino hizo magia como siempre
la sangre bajó hasta sus raíces.
El árbol siente lo inútil de esa herida
la tierra tiene armas para la mentira
de esta gente, de esta vida,
de esta gente, de la Argentina.