Soy tu bosquejo y marioneta sin ojos en la cabeza, asi que
gracias.
Con un brazo rozo el piso, con el otro tiro todo el vino.
Este cuento que contamos es cierto, y no es solo mío.
Soy un barco en la playa soñando volver al mar.
Encajado en la arena muy lejos de mi puerto.
Estoy quieto, pero sigo vivo.
Me mirás con esa risa estoy tranquilo y enredado, asi que
gracias.
Tu jugarreta más suicida, quema y no deja marcas.
Embrujado, obnubilado, enamorado rubia.
Soy un juguete olvidado en un rincón de algún cuarto.
Un muñeco loco que cabecea el piso.
Tomado de AlbumCancionYLetra.comUn chicle en la suela de tu flecha, rubia.
Fabián Sauri