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Era un sábado a la noche, tenía frío y hacía calor. Por eso me di cuenta que estaba loco, como una cabra sin ninguna razón. En eso siento un olorsito a pedo, que provenía del culo de un señor; le dije señor sos un asqueroso, ¿y a que no saben como me respondió?, con otro pedo, y otro más, hasta que me desmayé.
Recobré la conciencia en la calle había pedos caminando por ahí. Había pedos andando en auto, había pedos andando en tren, había pedos andando en avión, y en barco...también!!!
Un pedo era el presidente y otro pedo el legislador, un pedo era el intendente y otro pedo el gobernador. Las motos andaban a los pedos, todos los autos ivan a gas. Entonces me di cuenta que yo era un pedo también.