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Sigue a pocos metros del paso a nivel
el roble centenario que un día accedió
a disecar nuestros nombres llenos de amor,
dos flechas entre tú y yo
Eran buenos tiempos para partir el mundo en dos
y servirlo en dos platos a la hora de cenar,
teníamos aún una buena digestión
y muchas ganas de vivir
Piensa en mí, de vez en cuando
porque soy una especie en extinción
piensa en mí, de vez en cuando
porque es un milagro que viva sin ti
El sol doraba nuestro pelo al atardecer
pero no doró nuestras carteras, a nuestro pesar
envejecimos de repente sin resolver
estas equis de juventud
Piensa en mí, de vez en cuando
porque soy una especie en extinción
Piensa en mí, de vez en cuando
porque es un milagro que viva sin tí
Suelta las riendas de mi corazón
y toma, y toma las riendas del tuyo...