Ey, aún recuerdo aquel viernes
que te entró la pálida,
casi sin poderme avisar,
sujetándote la frente,
cuesta abajo, cuesta arriba
se te hacía al caminar.
No me des las gracias, no,
yo lo hago por ti igual que
tú lo harías por mí,
sin pedirlo y sin decirlo,
aquí está mi hombro
si quieres echarte a dormir.
Eima,
cuanto quieras estate aquí,
Eima,
no lo tienes que pedir,
Eima,
cómo yo explicarte
todo lo importante
que significaste para mí...
y el que no te quiera
y te busque mal me encuentre a mí.
Ey, tú ya no te acuerdas,
y en la misma juerga
y en distinto lugar
tuviste que salir por piernas,
y sacarme para fuera
para poder respirar.
No me des las gracias, no,
yo lo hago por ti igual que
tú lo harías por mí,
sin pedirlo y sin decirlo,
sin pagarlo,
aquí está mi hombro
si quieres echarte a dormir.
Eima,
cuanto quieras estate aquí,
Eima,
no lo tienes que pedir,
Eima,
cómo yo explicarte
todo lo importante
que significaste para mí...
y el que no te quiera
y te busque mal me encuentre a mí.
Más que el tiempo en bicicleta,
corre el agua más que el vino
y siempre llega,
más perduran los cariños,
dan respiros
cuando aire se echa a faltar,
siempre dije que jamás, jamás lo haría,
dudar de tu presencia,
de tu ausencia y tus venías
y a la hora de la verdad,
si he dudao de ti o de mí misma,
no pongas más distancia
cuando buscas cercanía.
Eima,
cuanto quieras estate aquí,
Eima,
no lo tienes que pedir,
Eima,
cómo yo explicarte
todo lo importante
que significaste para mí...
y el que no te quiera
y te busque mal me encuentre a mí.
La cosa se te estrecha
y monigotes por la tele diciendo que va bien
y una cafetera
en la bañera ha decidío dejarnos el café.
Eima,
cuanto quieras estate aquí,
Eima,
no lo tienes que pedir,
Eima,
cómo yo explicarte
todo lo importante
que significaste para mí
y el que no te quiera
y te busque mal me encuentre a mí.
Tomado de AlbumCancionYLetra.com
Mantendremos fuera
el que no prefiera dejar vivir,
dejar vivir...