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ecos del rocio
el barrendero
1º- Eran las 7 de la mañana, se escuchaba el restregeo de su escobita de ramas.
Era otoño y barría las hojas sueltas, no cabía una hoja en la puerta,
olía a café, las cosas están pa el que se las encuentra y aquello estaba pa él
y de pronto vaciando las hojas le da escalofrió el llanto de un crío
rompe el silencio del contenedor, en sus brazos le dio cobijo
y aquel barrendero esta copla cantó:
”Hija tu no me llores por un besito
que donde comen tres también comen cuatro
mientras haya una escoba no va a faltarte
un vestidito nuevo y unos zapatos”
2º- Abre la puerta Maria que la desgracia a pario y esta la mañana fría,
que razones tendría pa abandonarla y no abrazarla ni amamantarla.
¿Dios mío porque este lindo milagro a caído en mi casa?
-¡Maria que guapa es!.
y María la coge en sus brazos la alumbra una estrella quédate con ella
y la sacas palante con los otros tres, no tendrás sabanitas de seda
pero tu madre buena pa siempre seré.
”Tuya será la llama de esta candela
que yo te voy a poner Carmen por tu abuela
mentiré como sea pa no perderte
que nadie te devuelva tu mala suerte”
3º- María miente por arrobas y le dice a los doctores que había pario sola.
-Como usted ha pario no pare nadie.
-Así ha pario diez veces mi madre.
Tranquila mujer me recuerda usted a las mujeres de antes y le firmaba el papel.
Y aquel hombre en la sala de espera, empalmando cigarros, barrunta un desgarro
Tendré que entregarla sin darle mi amor,
y Maria salió más risueña que las otras tres veces que Maria parió.
”La otra noche Maria estuve soñando
que de blanco vestida se estaba casando
que bonita iba mi niña
el racimo mas lindo de mi vendimia”
4º- Tienen las carnes abiertas y se hablan con la mirada cuando llaman a la puerta.
Si viniera la madre de la criatura quien va a contarle aquella locura
y tener que escoger la que te pario y te tiro a la basura o la que te dio su querer.
Y lo sabe su padre y su madre, el carro, las hojas, la gorra, la escoba, la acera, la calle y el contenedor,
y lo sabe el verso y la copla que aquel barrendero un día cantó:
”Hija tu no me llores por un besito
que donde comen tres también comen cuatro
mientras haya una escoba no va a faltarte
un vestidito nuevo y unos zapatos”