El diecisiete de marzo,
a la ciudad de Agua Prieta
vino gente de dondequiera;
vinieron a las carreras
de Relámpago y El Moro,
dos caballos de primera.
El Moro de Pedro Timbres
era del pueblo de Cumpas,
muy bonito y muy ligero.
El Relámpago era un zaino;
era caballo de estima
de su amo, Rafael Romero.
Cuando paseaban al Moro,
se miraba tan bonito
que empezaron a apostar.
Toda la gente decía
que aquel caballo venía
especialmente a ganar.
Cheques, billetes, y pesos
le sobraron al de Cumpas
el domingo en la mañana.
Por la tarde, las apuestas
pasaban de cien mil pesos
en esa Copacabana.
Frank y Jesús Valenzuela
taparon quince mil pesos
con el zaino de Romero.
Decía el Puyo Morales,
?Se me hace que con El Moro
nos ganan todo el dinero.?
Andaba Trini Ramírez
también Chendo Valenzuela
paseando ya los caballos:
dos corredores de faja,
dos buscadores de triunfo,
los dos eran buenos gallos.
Por fin dieron la salida,
y El Moro salió adelante
con la intención de ganar.
Ramírez le tupe al zaino
y arriba de medio taste
dejaba El Moro pa? atrás.
Leonardo Yáñez, ?El Nano,?
Compositor del corrido,
a todos pide disculpas.
Tomado de AlbumCancionYLetra.comAquí se acabaron dudas,
Gano el zaino de agua prieta
y Perdió el moro de cumpas.