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Ahórrate preguntas, que todo B.Boy que se precie odia los mismos ritmos, este caló sólo
camelas himnos, ya que en Pan Ben los signos se heredan, de Heredia a Amador.
Gitanamente mi rap nunca será ruina de contrarios, ni de contratar sicarios, ¡ahora
mengano! ¡Que no me traigan represalias primicos hermanos! Sonamos, ¡que no nos
tatuamos! Chachito vamos, y en tu carrino, que ya tuviendo padrino zarpamos, ¡no nos
enzarpamos! Nos enzarzamos con el más pintao de los bigotes, chirigota o monigote ¡no
toque manoplas!
A ras de suelo, Jesús, ¿quién exagera? Al encontrarse dos palomas tortilleras y un muro,
plata y negro me huele a puro, me sabe a humo, chulo en cada calá, malas ansias de tu
pop recibe mi taraská, mascarriles y débiles, ya puchan, no hablan, negocian, entablan,
algo que jamás entenderán y viceversa, palabra inconversa que no pronuncio, y naja pa
la Cersa donde es preludio; odio por las venas, picor en la cabeza, HH o ZZ, ¿cuál es la
proeza? Si por salir de la pobreza a mi cabeza la cogen gatos, hora mía no presumo, sólo
es flow-contacto, acto y voto, la fe te ha roto, si como un cromo lomo partío por un
trato, venimos haciendo popping, empezamos hace rato. Si metes la pata, pues pagarás
el pato...
¿Gatos a mí? Aullidos de lobo, compin de Luis Cobos y si paseas por las 3000
¿Yo qué voy a decir? Ponlo más difícil, sobre el tempo fácil, creando estilo como
gambas al pil pil.
Mira el niñico cómo vaga por la calle,
hace que el lacorrillo se zurraspe y calle, ralle,
que los macurris por sí mismos ellos se arañen.
No bañes al niño hija,
no sea que se te encoja,
mira la coja cómo sufre sus insultos,
no hace ni bulto en clase
porque él nunca asiste,
insiste el cura porque acuda a sus talleres,
no digas que en el barrio
ayudicas no las tienes.
Abierta está siempre la puerta el portal,
y el porterillo sin más,
nunca volvió a funcionar
¡pues cómo no!
Al ascensor
le falta más de un botón,
y en casas que la escoba y el recogedor no existen.
¿Y la basura? Por el balcón sin duda,
se arroja hacia la calle,
sin la lache y la frescura y dura,
en el jardín o encimica las aceras,
y luego nuestros niños bajan a jugar en ellas.
No puede ser, donde estés da igual,
un Pan Bendito similar lo hay en cada ciudad
pero el respeto y convivencia han de ser lo primero:
tú alardeas de barrio chungo,
nosotros de barrio obrero.