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Yo no soy quien para opinar, pero no puedes esperar, ya sé que ya lo sabes, no debes callar.
Si no perdiste la fe, si no rehúsate en luchar quedan cosas que aún puedes cambiar.
Tu piel, suave, amargo, dulce, así es, como el amor, como la vida, como la muerte. Tu piel, suave, amargo, dulce, así es, como el amor, como la vida, como la muerte.
Tras la larga espera cruzas la frontera, deseo que así sea, que llegues al mar. Tras la larga espera hay una nueva era, será tuya la tierra, el cielo y el mar.
¿A dónde hay que ir a soñar? ¿A dónde hay que ir a gritar? Ya sé que tú lo sabes, no debes callar.
Si no perdiste la fe, si no rehúsate en luchar quedan cosas que aún puedes cambiar.
Tu piel, suave, amargo, dulce, así es, como el amor, como la vida, como la muerte. Tu piel, suave, amargo, dulce, así es, como el amor, como la vida, como la muerte.
Tras la larga espera cruzas la frontera, deseo que así sea, que llegues al mar. Tras la larga espera hay una nueva era, será tuya la tierra, le cielo y el mar.
Si no perdiste la fe, si no rehúsate en luchar quedan cosas que aún puedes cambiar.
Tu piel, suave, amargo, dulce, así es, como el amor, como la vida, como la muerte. Tu piel, suave, amargo, dulce, así es, como el amor, como la vida, como la muerte.
Tras la larga espera cruzas la frontera, deseo que así sea, que llegues al mar. Tras la larga espera hay una nueva era, será tuya la tierra, le cielo y el mar.
Tu piel, suave, amargo, dulce, así es, como el amor, como la vida, como la muerte. Tu piel, suave, amargo, dulce, así es, como el amor, como la vida, como la muerte.
Tras la larga espera cruzas la frontera, deseo que así sea, que llegues al mar. Tras la larga espera hay una nueva era, será tuya la tierra, le cielo y el mar.