La plegaria a un labrador:
Levántate y mira la montaña,
de donde viene el viento, el sol y el agua.
Tú, que manejas el curso de los ríos,
tú, que sembraste el vuelo de tu alma.
Levántate y mírate las manos.
Para crecer estréchala a tu hermano,
juntos iremos unidos en la sangre.
Hoy es el tiempo que puede ser mañana.
Líbranos de aquél que nos domina en la miseria.
Tráenos tu reino de justicia e igualdad.
Sopla como el viento la flor de la quebrada.
Limpia como el fuego el cañón de mi fusil.
Hágase por fin tu voluntad aquí en la tierra.
Danos tu fuerza y tu valor al combatir.
Sopla como el viento la flor de la quebrada.
Limpia como el fuego el cañón de mi fusil.
Tomado de AlbumCancionYLetra.com
Levántate y mírate las manos.
Para crecer estréchala a tu hermano,
juntos iremos unidos en la sangre,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén. Amén. Amén.