Rumiando medio día, qué jornada laboral, la fórmula eficaz para perder la otra mitad. Las ganas de comerte el mundo las perdistes, qué cojones, a base de jartarte de marrones.
Ya tu mama te lo decía, no te gastes los duros en chucherías, que ya va siendo hora de comer. Castigado sin postre, te quedas sin tu parte del pastel. Lerele, lerele, lerelei.
Turista en el planeta, atrapado en la red de esta vida proxeneta. Perdido el camino, en la estrecha y oscura vereda. Si hay una luz al fondo, será un club de carretera, lleno de orquestas pachangueras.
Mientras el mundo parece tener ya bastante, que no suficiente, él como toda la buena gente, consumidor habitual de estupefacientes.
Mala cara, cara cuero mojado secado al sol, qué bacilón.Rata de parque impasible ante la prisa del almanaque. Que tripi pa' los hippies, que de trapi en trapi...
Entre Pink Floyd y Peter Pan, ex-macarra sabinero,
por la esquina del viejo barrio lo vi pasar, transformado en trasnochado pastillero. Y aunque resulte tan extravagante hacerlo, decidido por fin a anillarse el sexo.
Tomado de AlbumCancionYLetra.com
Mala cara, cara cuero mojado secado al sol, qué bacilón.Rata de parque impasible ante la prisa del almanaque. Que tripi pa' los hippies, que de trapi en trapi...