No sé con qué pretexto nos juntamos. Quizá eso no importa, fue una excusa que nos sirvió a los dos para encontrarnos, y así encender los leños en la lluvia.
No sé por qué rompiste mis esquemas, si no pensé jamás en ser tú sombra. Tú cuerpo es ese fuego que me quema, que arrasa como un vient que devora.
Eres dulce, esa fruta que es más dulce por prohibida. Esa fiebre que consume y te siento así, tan mío. Me condenas y se rompe el espejo parte a parte. Me utilizas cuando te amo, y te uso para amarte, para amarte.
Me condenas, me liberas, me desatas, me encadenas.
Una historia entre nosotros, cada día nos incendia, me condenas...
No sé si fue en razón de la experiencia. Sabía qué placer tenía la mente, perderme en laberintos de locura, amar hasta apretar fuerte los dientes.
Eres dulce, esa fruta que es más dulce por prohibida. Esa fiebre que consume y te siento así, tan mío. Me condenas y se rompe el espejo parte a parte. Me utilizas cuando te amo, y te uso para amarte, para amarte.
Me condenas, me liberas, me desatas, me encadenas.
Una historia entre nosotros, cada día nos incendia, me condenas...
Me condenas y se rompe el espejo parte a parte.
Me utilizas cuando te amo, y te uso para amarte, para amarte.
Tomado de AlbumCancionYLetra.com
Me condenas, me liberas, me desatas, me encadenas.
Una historia entre nosotros, cada día nos incendia, me condenas.