Se me declaró tu duda con una sóla mirada, y se me tiñó de negro todas mis ganas. Cuando el verso se lastima, brotan las lágrimas. Te visita en el infierno sin hacer nada.
Se me reveló la espera por la angustia más amarga, y me sorprendió la muerte por mi ventana. Desatado sin tus besos, abrí las alas, es lo que me queda ahora; volar sin alma.
Quedó el amor anclado en la desidia, quedó mi voz para gritar 'ay, vida', pero triste el corazón.
No, sin tí nada es igual, porque la vida no se tiene que soportar sin tu cariño, amor. Y ahora sin tí, yo que te dí mi amanecer.
Mis triunfos, mis derrotas, mis locuras, y no sé por qué no sirven. Y aunque tú te has marchado, yo te espero en mi ignorancia. Sirena, que sepas que mi corazón te espera.
La noche se presta a hacemre compañía sin consuelo, la televisión me grita que no entiendes de tormento. Te paseo por mi bar, pa' ver si puedo respirar el aire libre, que sabe a nuevo.
No, no, sin tí nada es igual, porque la vida no se tiene que soportar sin tu cariño, amor. Y ahora sin tí, yo que te dí mi amanecer.
Tomado de AlbumCancionYLetra.com
Mis triunfos, mis derrotas, mis locuras, y no sé por qué no sirven. Y aunque tú te has marchado, yo te espero en mi ignorancia. Sirena, que sepas que mi corazón te espera.