Califica la calidad de esta letra
Puntaje:
5,00/5. Total votos:
1
No pierdes lo que das,
no pierdes lo que das.
Era el final de otro verano,
nos fuimos a andar, me dio la mano,
y quise dormir entre sus brazos,
tu sitio está aquí dijo despacio,
no pierdes lo que das.
Y amaneció, cuarto doscientos noventa y dos,
sentí su aliento cuando se durmió
junto a mi espalda,
no dije ni adiós, me puse la falda,
no pierdes lo que das.