¿Te acordás cuando por el Prado,
con el pretexto de estudiar,
íbamos juntos a aburrir nuestros cuadernos
tirados en el trebolar?
Y, ¿te acordás?, de tanto andar
camino siempre del mismo lugar,
fuimos haciendo un caminito de nosotros
que terminaba en el pinar.
Vos le llamabas «nuestro camino»
y te enojabas con el guardián
y se reían los benteveos
que nos gritaban desde el sauzal.
Cuando la vida nos llevó
por diferentes sendas a luchar,
yo iba solito hasta la sombra de los pinos,
con el camino a conversar.
Pero una tarde no lo hallé.
Lo habían tapao, igual que ayer,
los macachines y los tréboles de olor.
Su tumba en flor, ¡qué triste ver!
Tomado de AlbumCancionYLetra.comDos primaveras me abandonaron.
Una, el camino, y otra, tu amor.
Qué soledad sentí aquella tarde
que no los vi, ni a él ni a vos.