Te traigo en ofrenda, esta canción de amor, esta oración de mi corazón. Sólo soy un hombre, tierra nada más, sedienta de amor.
Óyeme: Padre nuestro, padre nuestro, dame amor de mujer. Óyeme: Padre nuestro, padre nuestro, dame el pan de su piel.
Graba su voz en mi interior, que me cure del silencio de mi soledad. Ábreme sus sueños llenos de color, que me pinten todo el negro de mi oscuridad.
Líbrame de todo mal con su compañía, y regálame sus labios llenos de alegría. Siémbrame en su tierra y haz que crezca amor, por los siglos de los siglos. Amén.
Óyeme: Padre nuestro, padre nuestro, dame amor de mujer. Óyeme: Padre nuestro, padre nuestro, dame el pan de su piel.
Perdona las ofensas que le puede hacer, como ella me perdona una y otra vez. Perdóname las deudas que no le pagué, por ser madre de mis hijos y por ser mujer.
Todo estos siglos que la marginé, el machismo y la violencia con que la traté. Dame el perdón, dame su amor, por los siglos de los siglos. Amén.
Tomado de AlbumCancionYLetra.com
Óyeme: Padre nuestro, padre nuestro, dame amor de mujer. Óyeme: Padre nuestro, padre nuestro, dame el pan de su piel.