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Después de veinte años,
la vida me devuelve
aquel ansiado amigo
que buscaba y no fue.
Y en ese tiempo ingrato
tú estabas a mi lado,
creyéndote un ausente,
un día te encontré.
Papá, querido viejo,
muchacho, amigo mío,
si al fin soy el reflejo
de tu escuela de ley.
Papá, querido viejo,
qué suerte de tenerte,
vení, pensemos juntos,
te invito yo un café.
?¿Te acordás, aquel día? Mis pantalones largos.
Si estabas más contento que yo con estrenarlos.
Vení, haceme la gauchada, prestame tu experiencia,
que pronto, con los años, también seré papá?.
Y quiero que mis hijos, papá, querido viejo,
tengan la misma escuela, papá, querido viejo,
que soñaste muy joven
de muchacho, nomás.
Papá, querido viejo,
muchacho, amigo mío,
si al fin soy el reflejo
de tu escuela de ley.
Papá, querido viejo,
qué suerte de tenerte,
vení, pensemos juntos,
te invito yo un café.
Tomado de AlbumCancionYLetra.comPapá, querido viejo,
qué suerte de tenerte,
vení, pensemos juntos,
te invito yo un café.
fuente: musica.com