Podría ahora contarte y sentir
que se me caía el mundo,
que pensé en quedarme descalza
en la cama esperando a que vuelvas,
sin salir del portal.
Podría ahora contarte que pasaba tardes
mirando al espejo estudiando los gestos
por si te cruzabas, poder disimular.
Podría ahora contarte que me concentraba,
para poder mirarte a la cara mientras respiraba.
Y sin saber perdí poco a poco las ganas de verme
Y mientras a mí la vida se me fue,
y ya no supe casi por dónde volver,
el mundo en cambio fue girando y yo,
tratando de esquivarlo hasta que hubo que despegar,
costó, tanto como para no girarme y mirar atrás,
pensar que lo que fue ya nunca volverá,
y lo que vendrá viene tan despacio.
Y luego decirte que después, cuando pasó el tiempo,
y tras escuchar centenas de consejos
que alguna vez yo también pronuncié.
Aquello tan grande se volvió pequeño,
y que pena daba ver que se acababa,
aquello que para siempre iba a durar.
Podría ahora contarte que me concentraba,
para poder mirarte a la cara mientras respiraba.
Y sin saber perdí poco a poco las ganas de verme
Y ahora que la vida se ha vuelto más grande,
y en medio del mundo ya no eres gigante,
ahora que he logrado ver el mundo desde otro lado,
te puedo contar que recuerdo a diario,
tu cara, tu cuerpo y el mundo cantando,
pero ahora soy yo quien prefiere agarrarse a mi mano
Y mientras a mí la vida se me fue,
y ya no supe casi por dónde volver,
el mundo en cambio fue girando y yo,
tratando de esquivarlo hasta que hubo que despegar,
costó, tanto como para no girarme y mirar atrás,
pensar que lo que fue ya nunca volverá,
y lo que vendrá viene tan despacio
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Y lo que vendrá viene tan despacio