¡Oh, tú, gran pitonisa, y tú, viejo hechicero!
¡Oh, tú, amable lector de los posos del té!
No hurguéis en mi futuro buscando a la que quiero.
Guardad vuestro tarot, pues yo ya la encontré.
Será un amor eterno o sólo pasajero,
¿qué importa, quiromantes? La información es cruel...
Hoy por hoy, con mi mano, interpretar prefiero
las curvas de su cuerpo, los pliegues de su piel.
Y tú, mi amada, deja que giren los planetas
la circular sellada de nuestra carta astral...
No saben que en la luna de miel no hay estafetas:
las cosas de Saturno nos dan un poco igual.
Ven y deja al futuro andarse por las ramas,
cantando su acertijo: 'quizás, quizás, quizás...'
Juguemos al presente: pongamos que me amas
y, si es cierto, qué importa saber si me amarás.
Ven y apaga la bola de cristal y publica
un beso de furiosa, rabiosa actualidad.
¡Cuántos grandes amores mueren cuando les pica
la mosca impertinente de la curiosidad!
Sólo esto vaticino: cuando, sin suspicacias,
abandone este mundo, no he de decir ni mu.
Si otra vida me ofrecen, podré exclamar '¡No, gracias!'
Mi instante más feliz ya me lo has dado tú.
Tomado de AlbumCancionYLetra.com
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