- Hola, ¿qué tal?
- Ya ves, aquí, tomando algo.
- ¿Qué es de tu vida?
- Pues que me han asesinado, y he vuelto porque te lo tengo que contar.
- ¿Recuerdas aquella chica de la azotea? Escote en las rodillas, falda en las hombreras, la eché un piropo y me invitó a pasar- susurró.
Bienvenido al reino de Sheila, ¿para qué es ese bastón? Los súbditos no deben protestar, que para qué es ese bastón. Bienvenido al reino de Sheila,
y no sé ni cuándo ni dónde, ni siquiera cómo me ató.
Dame más, quiero más, coge todo lo que puedas tomar. Y aunque la broma me salió un poco cara,
qué más da.
Y, poco a poco, le fui cogiendo el gustillo, no era lo mismo sin el clavo en el tobillo. Y yo inocente, le pedí ir más allí, un poquito más lejos.
Y uno que nunca ha sido una gran cosa, puse entusiasmo, pero era una ventosa. Duré otro asalto y acabé de reventar.
Bienvenido al reino de Sheila, ¿para qué es ese bastón? Los súbditos no deben protestar, que para qué es ese bastón. Bienvenido al reino de Sheila,
y no sé ni cuándo ni dónde, ni siquiera cómo me ató.
Tomado de AlbumCancionYLetra.com
Dame más, quiero más, coge todo lo que puedas tomar. Y aunque la broma me salió un poco cara,
qué más da.