Vi unas gotas de sangre en la vereda
vi el rastro de un madero y unas HUELLAS
tambien oí el bullicio de los que le maltrataban
pidiendo con vehemencia que se le crucificara...
Seguí la ruta que iba hacia el calvario
pues todo me indicaba un mal presagio
y lo encontré moribundo sujetado por los clavos
pero sus ojos decían que no estaba derrotado...
Y de pronto sentí como un imán
que me llevó cautivo a sus pies
y al vertir su sangre sobre mi
hubo un profundo cambio en mi ser...
La herida de mi alma se curó
y sentí como un río en mi interior
TODO era difernete para mi
Jesús me dio un nuevo corazón...
Ya se borraron las HUELLAS del calvario
quizas el monte no pueda recordarlo
pero aun sigue abierta la herida del costado
vertiendo sangre inocente para borrar el pecado...
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Y de pronto sentí como un imán...