Como cada tarde está
en el parque para tocar
su viejo y cansado instrumento.
En el mismo banco sentado
una manta en el suelo a su lado
dispuesto a dar el lado bueno
y aunque ya se venga a menos
me regala una balada sólo por una mirada.
De sus años de experiencia
mil anécdotas me cuenta
yo finjo creerlo así
me gusta verle feliz
contando aventuras y creyendo ser un violín.
Toca para mí, yo te quiero oír
quiero formar parte de tu locura
pondremos nuestras almas de partitura.
Toca para mí, yo te quiero oír
y que el último latido de tu corazón
sea una rosa que brota de la última nota.
Hay gente que ríe al verle con su pajarita verle
sus pantalones ya roídos
y unas flores que ha cogido
adornando una camisa
que ha cosido muy deprisa.
El loco maestro toca
con una dulzura loca
y se posa una paloma en sus zapatos de goma
nadie ríe, nadie habla, los que de ti se burlaban.
Se va recostando y habla, de lo dura que es la tabla
ya he dejado de fingir, no quiero verle sufrir
contando aventuras y creyendo ser un violín.
Toca para mí, yo te quiero oír
quiero formar parte de tu locura
pondremos nuestras almas de partitura.
Toca para mí, yo te quiero oír
y que el último latido de tu corazón
sea una rosa que brota de la última nota.
Tomado de AlbumCancionYLetra.com
Toca para mí, toca para mi, yo te quiero oír
quiero formar parte de tu locura
pondremos nuestras almas de partitura.
Toca para mí, yo te quiero oír
y que el último latido de tu corazón
sea una rosa que brota de la última nota.