Idioma Origen:
Traigo unas coplas del alma para una muchacha de mi pueblo
pa' ver si así valoriza el gran amor que siento por ella
porque aunque sabe a conciencia que a mí me matan sus ojos
negros/
me ve con indiferencia, le importa poco mi hiriente pena.
Comprende paisana mía que te persigo es por que en ti tengo
la más hermosa esperanza que me motiva a ser insistente,
tu imagen llevo grabada en lo mas profundo de mis sentimientos
y ya no la borra nada ni el poderío de la misma muerte.
Mi paisana sabe que la quiero,
sin embargo no me da consuelo
estás cometiendo una gran pecado,
por portarse mal con tu paisano.
Pero el hombre cuando lucha por una causa no se detiene
pueden surgir mil barreras pero al final sale muy victorioso
y yo luchare por ti porque yo pienso que me convienes
y es que prefiero morir antes de verte en brazos de otro.
Oh! virgen de las mercedes, tú que conoces mis intenciones
y sabes que son tan puras como los cerros de mi terruño
dímele a esa mujer bella que no me cause más decepciones
que piense de otra manera que por piedad doblegue su orgullo.
Mi paisana sabe que la quiero,
sin embargo no me da consuelo
estás cometiendo una gran pecado,
por portarse mal con tu paisano.
Idioma Destino:
Traigo unas coplas del alma para una muchacha de mi pueblo
pa' ver si así valoriza el gran amor que siento por ella
porque aunque sabe a conciencia que a mí me matan sus ojos
negros/
me ve con indiferencia, le importa poco mi hiriente pena.
Comprende paisana mía que te persigo es por que en ti tengo
la más hermosa esperanza que me motiva a ser insistente,
tu imagen llevo grabada en lo mas profundo de mis sentimientos
y ya no la borra nada ni el poderío de la misma muerte.
Mi paisana sabe que la quiero,
sin embargo no me da consuelo
estás cometiendo una gran pecado,
por portarse mal con tu paisano.
Pero el hombre cuando lucha por una causa no se detiene
pueden surgir mil barreras pero al final sale muy victorioso
y yo luchare por ti porque yo pienso que me convienes
y es que prefiero morir antes de verte en brazos de otro.
Oh! virgen de las mercedes, tú que conoces mis intenciones
y sabes que son tan puras como los cerros de mi terruño
dímele a esa mujer bella que no me cause más decepciones
que piense de otra manera que por piedad doblegue su orgullo.
Mi paisana sabe que la quiero,
sin embargo no me da consuelo
estás cometiendo una gran pecado,
por portarse mal con tu paisano.