Idioma Origen:
[Verso 1: Bako]
Yo... un niño muerto se pasea por mi mente,
se, se muestra ausente de ti, dependiente,
mantente fuerte, apesta a sentimientos en lamento,
de aquel que se arrastraba por el viento,
es ese niño que se empeña en abrazar su sueño,
y ser el dueño de su pequeño reino,
son dos incógnitas, complicadas ecuaciones,
vacaciones que carecen de emociones,
a veces, temores se disfrazan,
ciegos de rencores cazan y te amenazan,
parecen tener fuerza y te arrastran hacia zarzas,
avanzan como lanzas clavadas en la panza,
hecho trizas dibujas corazones con la tiza,
cicatrizan tus heridas mientras la vida te hipnotiza,
te bautizan con el nombre de Samuel,
siendo aquel pequeño niño extraño que jugaba con un lápiz y un papel,
cada kilómetro es paisaje diferente,
me confundo entre la gente, toco fondo,
y blasfemo contra mentes delincuentes,
que cuentan con la suerte de tenerte de su lado y encontrarme desolado.
[Verso 2: Bako]
Yo... cuando, cuando la noche se confunde con el día,
cuando, cuando cruzaste tu mirada con la mía,
plantaré una semilla de sonrisa en mi cara para,
desenmascarar a cada miedo que se encara,
solo, solo quedan los fantasmas, un alma con asma,
el miedo que se plasma marcado como kharma,
cada niño con su sueño pone empeño,
guiña el ojo a su futuro de diseño,
romper la máscara, la cáscara, parecerá tu cara,
perecerá tu orgullo de macarra, cosa rara,
el sueño a ras de suelo pillo y vuelo
ideas sueltas contra el folio las estrello,
estoy de vuelta en tu estéreo, ta-ta-tartamudeo,
no, no creo lo que veo, me mareo de dar vueltas,
y de ver todo tan negro, apretarte contra el techo,
atarte a la pata de mi lecho,
mi mirada no te alcanza, se tropieza con el techo,
mil, mil argumentos,
cientos, cientos de cuentos,
mentiras arriesgadas arrastradas por el viento,
miradas arrestadas que ni siento,
son tus sueños...
Idioma Destino:
[Verso 1: Bako]
Yo... un niño muerto se pasea por mi mente,
se, se muestra ausente de ti, dependiente,
mantente fuerte, apesta a sentimientos en lamento,
de aquel que se arrastraba por el viento,
es ese niño que se empeña en abrazar su sueño,
y ser el dueño de su pequeño reino,
son dos incógnitas, complicadas ecuaciones,
vacaciones que carecen de emociones,
a veces, temores se disfrazan,
ciegos de rencores cazan y te amenazan,
parecen tener fuerza y te arrastran hacia zarzas,
avanzan como lanzas clavadas en la panza,
hecho trizas dibujas corazones con la tiza,
cicatrizan tus heridas mientras la vida te hipnotiza,
te bautizan con el nombre de Samuel,
siendo aquel pequeño niño extraño que jugaba con un lápiz y un papel,
cada kilómetro es paisaje diferente,
me confundo entre la gente, toco fondo,
y blasfemo contra mentes delincuentes,
que cuentan con la suerte de tenerte de su lado y encontrarme desolado.
[Verso 2: Bako]
Yo... cuando, cuando la noche se confunde con el día,
cuando, cuando cruzaste tu mirada con la mía,
plantaré una semilla de sonrisa en mi cara para,
desenmascarar a cada miedo que se encara,
solo, solo quedan los fantasmas, un alma con asma,
el miedo que se plasma marcado como kharma,
cada niño con su sueño pone empeño,
guiña el ojo a su futuro de diseño,
romper la máscara, la cáscara, parecerá tu cara,
perecerá tu orgullo de macarra, cosa rara,
el sueño a ras de suelo pillo y vuelo
ideas sueltas contra el folio las estrello,
estoy de vuelta en tu estéreo, ta-ta-tartamudeo,
no, no creo lo que veo, me mareo de dar vueltas,
y de ver todo tan negro, apretarte contra el techo,
atarte a la pata de mi lecho,
mi mirada no te alcanza, se tropieza con el techo,
mil, mil argumentos,
cientos, cientos de cuentos,
mentiras arriesgadas arrastradas por el viento,
miradas arrestadas que ni siento,
son tus sueños...