Idioma Origen:
África, tu nombre suena y a poesía,
a luna clara y a luz del día,
tú eres la luz que ilumina mi caminar.
Sólo sé que alguna vez te veré en el cielo, ayá donde bailan los gitanos
bajo los soles de un pianito flamenco.
Con una oración en la mano que a mí mi abuela me dio, voy de camino a lo gitano y a pedirle la oración.
Que no se vaya, que no se quede dormia, que tengo 21 primaveras y ella me hace falta todavía.
Inque mi rodilla en el suelo y llorando te pedí: no te la lleves dios mío, sin ella no puedo vivir.
África, tu nombre suena y a poesía,
a luna clara y a luz del día,
tú eres la luz que ilumina mi caminar.
Sólo sé que alguna vez te veré en el cielo
y ayá donde bailan los gitanos
bajo los soles de un pianito flamenco.
Una mirada cómplice de mi hermano,
me dice que ya pronto marchará,
la madre que tanto nos ha amado,
en una cunita hacia el cielo va.
Sólo sé que alguna vez te veré en el cielo, ayá donde bailan las estrellas
bajo los soles de mi pianito flamenco.
Y desde el cielo una voz oí que me decía: no llores por mí hijito mío, nunca te dejaría.
África, tu nombre suena y a poesía, a luna clara y a luz del día, tú eres la luz que ilumina mi caminar. Sólo sé que alguna vez te veré en el cielo, ayá donde bailan los gitanos bajo los soles de mi piano y tu flamenco.
Idioma Destino:
África, tu nombre suena y a poesía,
a luna clara y a luz del día,
tú eres la luz que ilumina mi caminar.
Sólo sé que alguna vez te veré en el cielo, ayá donde bailan los gitanos
bajo los soles de un pianito flamenco.
Con una oración en la mano que a mí mi abuela me dio, voy de camino a lo gitano y a pedirle la oración.
Que no se vaya, que no se quede dormia, que tengo 21 primaveras y ella me hace falta todavía.
Inque mi rodilla en el suelo y llorando te pedí: no te la lleves dios mío, sin ella no puedo vivir.
África, tu nombre suena y a poesía,
a luna clara y a luz del día,
tú eres la luz que ilumina mi caminar.
Sólo sé que alguna vez te veré en el cielo
y ayá donde bailan los gitanos
bajo los soles de un pianito flamenco.
Una mirada cómplice de mi hermano,
me dice que ya pronto marchará,
la madre que tanto nos ha amado,
en una cunita hacia el cielo va.
Sólo sé que alguna vez te veré en el cielo, ayá donde bailan las estrellas
bajo los soles de mi pianito flamenco.
Y desde el cielo una voz oí que me decía: no llores por mí hijito mío, nunca te dejaría.
África, tu nombre suena y a poesía, a luna clara y a luz del día, tú eres la luz que ilumina mi caminar. Sólo sé que alguna vez te veré en el cielo, ayá donde bailan los gitanos bajo los soles de mi piano y tu flamenco.