Idioma Origen:
Caballo alazán lucero,
que por ligero,
que bueno fuiste.
Ganaste muchas carreras,
yo bien recuerdo,
nunca perdiste.
Jamás tuviste derrotas,
de costa a costa,
no fué mentira.
Hasta que llegó esa yegua,
por quién perdiste,
hasta la vida.
Sus ojos también obscuros,
clavó en los tuyos,
como diciendo.
Que en esas quinientas varas,
tu la dejaras,
llegar primero.
(música)
Lo tengo muy bien presente,
toda la gente,
por tí apostaba.
Y tú dueño muy seguro,
su gran fortuna,
se la jugaba.
Al salir del partidero,
ví que la yegua,
casí volaba.
Y tú sin correr violento,
dándole tiempo,
a que te ganara.
Caballo alazán lucero,
cuál caballero,
con una dama.
La fortuna de tú dueño,
por cuerpo y medio,
quedó en la nada.
(música)
Tú dueño desesperado,
hechando mano,
de su pistola.
Sí todo me lo han ganado,
éste caballo,
solo me estorba.
Y no dándo tiempo a nada,
con cinco balas,
rodaste herido.
Caíste junto a la yegua,
tú que por ella,
habías perdido.
Moriste viendo a la yegua,
como diciendo,
está usted servida.
Caballo álazan lucero,
hoy tú recuerdo,
no se me olvida.
Idioma Destino:
Caballo alazán lucero,
que por ligero,
que bueno fuiste.
Ganaste muchas carreras,
yo bien recuerdo,
nunca perdiste.
Jamás tuviste derrotas,
de costa a costa,
no fué mentira.
Hasta que llegó esa yegua,
por quién perdiste,
hasta la vida.
Sus ojos también obscuros,
clavó en los tuyos,
como diciendo.
Que en esas quinientas varas,
tu la dejaras,
llegar primero.
(música)
Lo tengo muy bien presente,
toda la gente,
por tí apostaba.
Y tú dueño muy seguro,
su gran fortuna,
se la jugaba.
Al salir del partidero,
ví que la yegua,
casí volaba.
Y tú sin correr violento,
dándole tiempo,
a que te ganara.
Caballo alazán lucero,
cuál caballero,
con una dama.
La fortuna de tú dueño,
por cuerpo y medio,
quedó en la nada.
(música)
Tú dueño desesperado,
hechando mano,
de su pistola.
Sí todo me lo han ganado,
éste caballo,
solo me estorba.
Y no dándo tiempo a nada,
con cinco balas,
rodaste herido.
Caíste junto a la yegua,
tú que por ella,
habías perdido.
Moriste viendo a la yegua,
como diciendo,
está usted servida.
Caballo álazan lucero,
hoy tú recuerdo,
no se me olvida.