Idioma Origen:
Canto el alma del vino en las botellas
hombre elevo hacia ti, caro desheredado.
desde mi cárcel vítrea y mis lacres bermejos
Un canto de luz y de fraternidad colmada.
Se como es necesario desde el collado ardiente
penar y sudar bajo el sol escocedor.
para engendrar mi vida y darme el alma
pues yo no he de ser ingrato malhechor.
Y disfruto una dicha inmensa cuando caigo
en el garguero de alguien gastado por sus bregas
y su cuerpo caliente es una dulce tumba
que me complace más que mis frías bodegas.
Escucharás los cantos del domingo
Y gorjear la esperanza en mi seno violento
de codos en la mesa, alzándote las mangas
me glorificarás y quedarás contento.
Y yo he de encender los ojos a tu mujer dichosa
seré para ese frágil atleta de la vida
el aceite que pule brazos de luchadores.
Y he de brillar en ti vegetal ambrosia
precioso grano del terreno sembrador
porque de ti nazca la poesía
que subirá hacia Dios como una rara flor.
Y disfruto una dicha inmensa cuando caigo
en el garguero de alguien gastado por sus bregas
y su cuerpo caliente es una dulce tumba
que me complace más que mis frías bodegas.
Escucharás los cantos del domingo
Y gorjear la esperanza en mi seno violento.
Y disfruto una dicha inmensa cuando caigo
en el garguero de alguien gastado por sus bregas.
Idioma Destino:
Canto el alma del vino en las botellas
hombre elevo hacia ti, caro desheredado.
desde mi cárcel vítrea y mis lacres bermejos
Un canto de luz y de fraternidad colmada.
Se como es necesario desde el collado ardiente
penar y sudar bajo el sol escocedor.
para engendrar mi vida y darme el alma
pues yo no he de ser ingrato malhechor.
Y disfruto una dicha inmensa cuando caigo
en el garguero de alguien gastado por sus bregas
y su cuerpo caliente es una dulce tumba
que me complace más que mis frías bodegas.
Escucharás los cantos del domingo
Y gorjear la esperanza en mi seno violento
de codos en la mesa, alzándote las mangas
me glorificarás y quedarás contento.
Y yo he de encender los ojos a tu mujer dichosa
seré para ese frágil atleta de la vida
el aceite que pule brazos de luchadores.
Y he de brillar en ti vegetal ambrosia
precioso grano del terreno sembrador
porque de ti nazca la poesía
que subirá hacia Dios como una rara flor.
Y disfruto una dicha inmensa cuando caigo
en el garguero de alguien gastado por sus bregas
y su cuerpo caliente es una dulce tumba
que me complace más que mis frías bodegas.
Escucharás los cantos del domingo
Y gorjear la esperanza en mi seno violento.
Y disfruto una dicha inmensa cuando caigo
en el garguero de alguien gastado por sus bregas.