Idioma Origen:
EL ENCUENTRO
¿Cómo poder hablar de algo indescriptible?
¿Cómo poner sonido a algo inaudible?
¿Cómo poder explicar el traspaso sublime,
de la vida en el cuerpo a un mundoirreversible?
Más eh aquí, Tú con la sencillez más preciosa
Llamaste mi atención, ver tu semblante el deun Padre amoroso
cumpliendo tu promesa que me esperarías
con tus brazos abiertos y alegre sonrisa
extiendes tus brazos ; tus manos se aprestan
y deslizan en mis mejillas
secando las lágrimas que por ellas deslizan.
En el túnel del viaje puedo imaginarme
darle vida a promesas leídas y pasajes tanbellos que lo describían.
En cada momento de mi recorrido crece elanhelo de poder contemplar
Su radiante hermosura que lo describe comotal.
Tus dedos recorren cada herida sanándolastodas y se cicatrizan
las ansias y dolor desaparecían
por las sendas gloriosas que me conducías.
No existía la noche todo era como el lumbraldel día
un mar de cristal que nos cubría
la Santa ciudad en el fondo yacía
el sonar de trompetas que nos recibían
en mi corazón un gozo inmenso que me invadía.
Idioma Destino:
EL ENCUENTRO
¿Cómo poder hablar de algo indescriptible?
¿Cómo poner sonido a algo inaudible?
¿Cómo poder explicar el traspaso sublime,
de la vida en el cuerpo a un mundoirreversible?
Más eh aquí, Tú con la sencillez más preciosa
Llamaste mi atención, ver tu semblante el deun Padre amoroso
cumpliendo tu promesa que me esperarías
con tus brazos abiertos y alegre sonrisa
extiendes tus brazos ; tus manos se aprestan
y deslizan en mis mejillas
secando las lágrimas que por ellas deslizan.
En el túnel del viaje puedo imaginarme
darle vida a promesas leídas y pasajes tanbellos que lo describían.
En cada momento de mi recorrido crece elanhelo de poder contemplar
Su radiante hermosura que lo describe comotal.
Tus dedos recorren cada herida sanándolastodas y se cicatrizan
las ansias y dolor desaparecían
por las sendas gloriosas que me conducías.
No existía la noche todo era como el lumbraldel día
un mar de cristal que nos cubría
la Santa ciudad en el fondo yacía
el sonar de trompetas que nos recibían
en mi corazón un gozo inmenso que me invadía.