Idioma Origen:
Quisiera ser como el sol que se olvida de la noche.
Quisiera ser como un río que fluye sin reproches.
Ser como el tiempo que marcha sin parar, como un niño que sueña sin desafíar.
Pero no, no, a veces no puedo. Pero no, no, hay días que no quiero.
Si se rompe el cielo y cae una tormenta, excavas mi alma como una mina sin fín. Entre piedra y suelo abres tu camino, no paras hasta que encuentras el oro en mí, hasta que llegas al otro lado de mí.
Quisiera ser una nube que flota sobre el viento.
Quisiera ser esa flor que brota en un desierto.
Pero no, no, a veces no puedo. Pero no, no, hay días que no quiero.
Si se rompe el cielo y cae una tormenta, excavas mi alma como una mina sin fín. Entre piedra y suelo abres tu camino, no paras hasta que encuentras el oro en mí, hasta que llegas al otro lado de mí.
De ese lado puedo ver hasta el infinito, atada a tu esperanza vuelo, vuelo.
Si se rompe el cielo y cae una tormenta, excavas mi alma como una mina sin fín. Entre piedra y suelo abres tu camino, no paras hasta que encuentras el oro en mí, hasta que llegas al otro lado de mí.
Idioma Destino:
Quisiera ser como el sol que se olvida de la noche.
Quisiera ser como un río que fluye sin reproches.
Ser como el tiempo que marcha sin parar, como un niño que sueña sin desafíar.
Pero no, no, a veces no puedo. Pero no, no, hay días que no quiero.
Si se rompe el cielo y cae una tormenta, excavas mi alma como una mina sin fín. Entre piedra y suelo abres tu camino, no paras hasta que encuentras el oro en mí, hasta que llegas al otro lado de mí.
Quisiera ser una nube que flota sobre el viento.
Quisiera ser esa flor que brota en un desierto.
Pero no, no, a veces no puedo. Pero no, no, hay días que no quiero.
Si se rompe el cielo y cae una tormenta, excavas mi alma como una mina sin fín. Entre piedra y suelo abres tu camino, no paras hasta que encuentras el oro en mí, hasta que llegas al otro lado de mí.
De ese lado puedo ver hasta el infinito, atada a tu esperanza vuelo, vuelo.
Si se rompe el cielo y cae una tormenta, excavas mi alma como una mina sin fín. Entre piedra y suelo abres tu camino, no paras hasta que encuentras el oro en mí, hasta que llegas al otro lado de mí.