Idioma Origen:
Me están gritando,
en mi tarde de primavera.
El sol corta alas de mariposas,
tus ojos cortan alas de ángeles, de ángeles.
Y trataría de explicar.
Quisiera destrozar tus entrañas,
de la manera más ardiente.
Duele ver tanta maraña,
sangre, ángeles, mientes.
Ven, siéntate a mi lado,
ven, siéntate a mi lado,
y cerraré, y cerraré, y cerraré,
para siempre esos ojos, nena.
Me están gritando,
el sol me corta en pedazos.
Adiós, adios primavera,
me estás gritando.
Y trataría de explicar.
Quisiera explorar tus entrañas,
como a secreto de virgen.
Que hermosa es tu carne,
que falsa es tu carne.
Ven, siéntate a mi lado,
ven, siéntate a mi lado,
y cerraré, y cerraré, y cerraré,
tus ojos.
Ven, siéntate a mi lado,
ven, siéntate a mi lado,
y cerraré, y cerraré, y cerraré,
para siempre esos ojos, nena.
Me están gritando,
me están gritando,
me están gritando.
Y trataría de explicar,
como esos viles mortales,
que confunden el otoño,
con tu ira, con tu ira.
Y trataría de explicar,
como esos viles mortales,
que confunden el otoño,
con tu ira, con tu ira.
Idioma Destino:
Me están gritando,
en mi tarde de primavera.
El sol corta alas de mariposas,
tus ojos cortan alas de ángeles, de ángeles.
Y trataría de explicar.
Quisiera destrozar tus entrañas,
de la manera más ardiente.
Duele ver tanta maraña,
sangre, ángeles, mientes.
Ven, siéntate a mi lado,
ven, siéntate a mi lado,
y cerraré, y cerraré, y cerraré,
para siempre esos ojos, nena.
Me están gritando,
el sol me corta en pedazos.
Adiós, adios primavera,
me estás gritando.
Y trataría de explicar.
Quisiera explorar tus entrañas,
como a secreto de virgen.
Que hermosa es tu carne,
que falsa es tu carne.
Ven, siéntate a mi lado,
ven, siéntate a mi lado,
y cerraré, y cerraré, y cerraré,
tus ojos.
Ven, siéntate a mi lado,
ven, siéntate a mi lado,
y cerraré, y cerraré, y cerraré,
para siempre esos ojos, nena.
Me están gritando,
me están gritando,
me están gritando.
Y trataría de explicar,
como esos viles mortales,
que confunden el otoño,
con tu ira, con tu ira.
Y trataría de explicar,
como esos viles mortales,
que confunden el otoño,
con tu ira, con tu ira.