Traducción de la letra Horas y litros de 40 Barrotes

Idioma Origen:

Póngame otra primavera 
envuelta para regalo,
y cárguela a mi condena 
de borracho solitario.
 
Que horas y litros de mí 
ya no apaciguan mi alma,
que esta ciudad hoy escuche
mi plegaria a mano armada.
 
Y otro equilibrista 
en el suicidio cotidiano, 
dirás:“un prófugo más
de la implacable lucidez”.
 
Pero yo hoy me haré el rey 
de un mundo extraño,
si con el pecho abierto engaño
a mi vértigo en este alambre.
 


Me he vuelto antibalas,

juego a todo o nada.

Dos sístoles por diástole,

el tedio mañana.

 

Me he vuelto antibalas,

¿qué importa ahora nada?

dos sístoles por diástole,

el tedio mañana.

 
Traduzco a mi nuevo idioma
los tormentos y los gozos,
y aunque sean tiempos de paz, 
soy un hombre belicoso.
 
Que se devora a sí mismo 
empezando por las patas,
que hace que no se enamora 
casi, casi, dos mañanas.
 
Y aunque hace ya tiempo 
que no arrastro los nudillos,
ni me aporreo el pecho 
enfrente de otros simios.
 
Y aunque tal vez, 
me ponga triste por ti a medias:
tengo el corazón de kevlar
y me hace inmune a tus antojos.
 
Me he vuelto antibalas,

juego a todo o nada.

Dos sístoles por diástole,

el tedio mañana.

 

Me he vuelto antibalas,

¿qué importa ahora nada?

dos sístoles por diástole,

el tedio mañana.
Idioma Destino:

Póngame otra primavera 
envuelta para regalo,
y cárguela a mi condena 
de borracho solitario.
 
Que horas y litros de mí 
ya no apaciguan mi alma,
que esta ciudad hoy escuche
mi plegaria a mano armada.
 
Y otro equilibrista 
en el suicidio cotidiano, 
dirás:“un prófugo más
de la implacable lucidez”.
 
Pero yo hoy me haré el rey 
de un mundo extraño,
si con el pecho abierto engaño
a mi vértigo en este alambre.
 


Me he vuelto antibalas,

juego a todo o nada.

Dos sístoles por diástole,

el tedio mañana.

 

Me he vuelto antibalas,

¿qué importa ahora nada?

dos sístoles por diástole,

el tedio mañana.

 
Traduzco a mi nuevo idioma
los tormentos y los gozos,
y aunque sean tiempos de paz, 
soy un hombre belicoso.
 
Que se devora a sí mismo 
empezando por las patas,
que hace que no se enamora 
casi, casi, dos mañanas.
 
Y aunque hace ya tiempo 
que no arrastro los nudillos,
ni me aporreo el pecho 
enfrente de otros simios.
 
Y aunque tal vez, 
me ponga triste por ti a medias:
tengo el corazón de kevlar
y me hace inmune a tus antojos.
 
Me he vuelto antibalas,

juego a todo o nada.

Dos sístoles por diástole,

el tedio mañana.

 

Me he vuelto antibalas,

¿qué importa ahora nada?

dos sístoles por diástole,

el tedio mañana.