Idioma Origen:
Nadie sonríe como tú, hay en tus labios tanta miel. Nadie sonríe como tú, ver para creer. Y tengo ganas de contar cosas, las cosas que sabes hacer. Y no hago más que presumir de ocupar tu piel.
Porque no hay nadie como tú que alumbre el fruto del placer. Nadie sonríe como tú, ver para creer. Y tengo ganas de gritar tus cuatro letras de mujer. ¿A dónde va la soledad cuando llegas tú?.
Me has acostumbrado mal, no tengo perdón, y me pierdo si no estás en mi habitación. Me has acostumbrado mal, no tengo perdón, y me pierdo si no estás en mi habitación.
Y sé que nadie como tú cierra las curvas del placer, nadie sonríe como tú.
Fallan las palabras, no consigo serte fiel, todas las estrellas quieren ver tu amanecer. Debe haber alguna manera de acercarse a tu nivel, si pudiera hacer justicia, me tendrías a tus pies.
Porque no hay nadie como tú, lo tienen que reconocer. Nadie sonríe como tú, ver para creer. Y tengo ganas de gritar tus cuatro letras de mujer, quiero perder mi libertad cuando llegues tú.
Me has acostumbrado mal, no tengo perdón, y me pierdo si no estás en mi habitación. Me has acostumbrado mal, no tengo perdón, y me pierdo si no estás en mi habitación.
Idioma Destino:
Nadie sonríe como tú, hay en tus labios tanta miel. Nadie sonríe como tú, ver para creer. Y tengo ganas de contar cosas, las cosas que sabes hacer. Y no hago más que presumir de ocupar tu piel.
Porque no hay nadie como tú que alumbre el fruto del placer. Nadie sonríe como tú, ver para creer. Y tengo ganas de gritar tus cuatro letras de mujer. ¿A dónde va la soledad cuando llegas tú?.
Me has acostumbrado mal, no tengo perdón, y me pierdo si no estás en mi habitación. Me has acostumbrado mal, no tengo perdón, y me pierdo si no estás en mi habitación.
Y sé que nadie como tú cierra las curvas del placer, nadie sonríe como tú.
Fallan las palabras, no consigo serte fiel, todas las estrellas quieren ver tu amanecer. Debe haber alguna manera de acercarse a tu nivel, si pudiera hacer justicia, me tendrías a tus pies.
Porque no hay nadie como tú, lo tienen que reconocer. Nadie sonríe como tú, ver para creer. Y tengo ganas de gritar tus cuatro letras de mujer, quiero perder mi libertad cuando llegues tú.
Me has acostumbrado mal, no tengo perdón, y me pierdo si no estás en mi habitación. Me has acostumbrado mal, no tengo perdón, y me pierdo si no estás en mi habitación.