Idioma Origen:
Yo no sé si esto será lo que en la tierra,
he de hacer para cumplir con mi destino.
Aunque pueda decir que busqué mucho,
hasta hallar finalmente este camino.
Yo no sé si esto será lo que en la tierra.
Yo deseo el compensar de mi existencia.
Este peso desigual de mis anhelos,
por ejemplo si al nacer llegué llorando,
quisiera que al partir lo haga sonriendo,
yo deseo el compensar de mi existencia.
Cuando escucho el paisaje yo solito,
quiero ver y sentir, pero a mi modo.
Y de pronto por mirar cierro mis ojos
y de adentro de mi ser lo veo todo.
Si es que escribo porque el alma me lo dicta,
yo que a penas fui a la escuela en otros días,
me pregunto sin pensar que sepa mucho,
donde pongo a aprender el alma mía, el alma mía.
Yo deseo el compensar de mi existencia.
Este peso desigual de mis anhelos,
por ejemplo si al nacer llegué llorando,
quisiera que al partir lo haga sonriendo,
yo deseo el compensar de mi existencia.
Cuando escucho el paisaje yo solito,
quiero ver y sentir, pero a mi modo.
Y de pronto por mirar cierro mis ojos
y de adentro de mi ser lo veo todo.
Si es que escribo porque el alma me lo dicta,
yo que a penas fui a la escuela en otros días,
me pregunto sin pensar que sepa mucho,
donde pongo a aprender el alma mía, el alma mía.
Idioma Destino:
Yo no sé si esto será lo que en la tierra,
he de hacer para cumplir con mi destino.
Aunque pueda decir que busqué mucho,
hasta hallar finalmente este camino.
Yo no sé si esto será lo que en la tierra.
Yo deseo el compensar de mi existencia.
Este peso desigual de mis anhelos,
por ejemplo si al nacer llegué llorando,
quisiera que al partir lo haga sonriendo,
yo deseo el compensar de mi existencia.
Cuando escucho el paisaje yo solito,
quiero ver y sentir, pero a mi modo.
Y de pronto por mirar cierro mis ojos
y de adentro de mi ser lo veo todo.
Si es que escribo porque el alma me lo dicta,
yo que a penas fui a la escuela en otros días,
me pregunto sin pensar que sepa mucho,
donde pongo a aprender el alma mía, el alma mía.
Yo deseo el compensar de mi existencia.
Este peso desigual de mis anhelos,
por ejemplo si al nacer llegué llorando,
quisiera que al partir lo haga sonriendo,
yo deseo el compensar de mi existencia.
Cuando escucho el paisaje yo solito,
quiero ver y sentir, pero a mi modo.
Y de pronto por mirar cierro mis ojos
y de adentro de mi ser lo veo todo.
Si es que escribo porque el alma me lo dicta,
yo que a penas fui a la escuela en otros días,
me pregunto sin pensar que sepa mucho,
donde pongo a aprender el alma mía, el alma mía.