Idioma Origen:
Por el amor de una mujer,
jugué con fuego sin saber,
que era yo quien me quemaba.
Bebí en las fuentes del placer,
hasta llegar a comprender,
que no era a mí a quien amaba.
Por el amor de una mujer,
he dado todo cuanto fui,
lo más hermoso de mi vida.
Más ese tiempo que perdí,
ha de servirme alguna vez
cuando se cure bien mi herida.
Todo me pareche
como un sueño todavía,
pero sé que al fin,
podré olvidar un día.
Hoy me siento triste,
pero pronto cantaré
y prometo no acordarme nunca,
del ayer.
Por el amor de una mujer,
llegué a llorar y enloquecer,
mientras ella se reía.
Rompí en pedazos un cristal,
dejé mis venas desangrar,
pues no sabía lo que hacía.
Por el amor de una mujer,
he dado todo cuanto fui,
lo más hermoso de mi vida.
Más ese tiempo que perdí,
ha de servirme alguna vez,
cuando se cure bien mi herida.
Todo me pareche
como un sueño todavía,
pero sé que al fin,
podré olvidar un día.
Hoy me siento triste,
pero pronto cantaré
y prometo no acordarme nunca,
del ayer.
Por el amor de una mujer,
he dado todo cuanto fui,
lo más hermoso de mi vida.
Más ese tiempo que perdí,
ha de servirme alguna vez,
cuando se cure bien mi herida.
Idioma Destino:
Por el amor de una mujer,
jugué con fuego sin saber,
que era yo quien me quemaba.
Bebí en las fuentes del placer,
hasta llegar a comprender,
que no era a mí a quien amaba.
Por el amor de una mujer,
he dado todo cuanto fui,
lo más hermoso de mi vida.
Más ese tiempo que perdí,
ha de servirme alguna vez
cuando se cure bien mi herida.
Todo me pareche
como un sueño todavía,
pero sé que al fin,
podré olvidar un día.
Hoy me siento triste,
pero pronto cantaré
y prometo no acordarme nunca,
del ayer.
Por el amor de una mujer,
llegué a llorar y enloquecer,
mientras ella se reía.
Rompí en pedazos un cristal,
dejé mis venas desangrar,
pues no sabía lo que hacía.
Por el amor de una mujer,
he dado todo cuanto fui,
lo más hermoso de mi vida.
Más ese tiempo que perdí,
ha de servirme alguna vez,
cuando se cure bien mi herida.
Todo me pareche
como un sueño todavía,
pero sé que al fin,
podré olvidar un día.
Hoy me siento triste,
pero pronto cantaré
y prometo no acordarme nunca,
del ayer.
Por el amor de una mujer,
he dado todo cuanto fui,
lo más hermoso de mi vida.
Más ese tiempo que perdí,
ha de servirme alguna vez,
cuando se cure bien mi herida.