Idioma Origen:
Me nació este amor,
sin que me diera cuenta yo.
tal vez el miedo no dejó,
que apareciera,me creció este amor,
alimentándose en el sol,
de los amaneceres,de Puerto Pollensa.
Y no me anime a decirte nada,
pánico porque me rechazaras.
Como una semilla,que no puede ver la luz,
hundió sus raíces,mucho más profundo aun,
y te miraba y te esperaba.
Y tu mirada,se clavó en mis ojos
y mi sonrisa,se instaló en mi cara,
se esfumo la habitación,
la gente, y el miedo,se escapo por la ventana.
Y amándonos en una carretera,
nos sorprendió la luz,del nuevo día,
como dos jóvenes adolescentes,
tu mano húmeda sobre la mía.
Te nació este amor,
sin que me diera cuenta yo.
tal vez el miedo no dejó,que apareciera,
me creció este amor,alimentándose en el sol,
de los amaneceres,de Puerto Pollensa .
Y nuestros cuerpos festejaron juntos,
ese deseado y esperado encuentro,
y un sol muy rojo te guiñaba un ojo,
mientras se disfrazaba de aguacero.
Y sin dormir nos fuimos a la playa,
y nos besamos descaradamente,
alucinando al gordito de gafas,
que fue corriendo a cambiarse los lentes
Idioma Destino:
Me nació este amor,
sin que me diera cuenta yo.
tal vez el miedo no dejó,
que apareciera,me creció este amor,
alimentándose en el sol,
de los amaneceres,de Puerto Pollensa.
Y no me anime a decirte nada,
pánico porque me rechazaras.
Como una semilla,que no puede ver la luz,
hundió sus raíces,mucho más profundo aun,
y te miraba y te esperaba.
Y tu mirada,se clavó en mis ojos
y mi sonrisa,se instaló en mi cara,
se esfumo la habitación,
la gente, y el miedo,se escapo por la ventana.
Y amándonos en una carretera,
nos sorprendió la luz,del nuevo día,
como dos jóvenes adolescentes,
tu mano húmeda sobre la mía.
Te nació este amor,
sin que me diera cuenta yo.
tal vez el miedo no dejó,que apareciera,
me creció este amor,alimentándose en el sol,
de los amaneceres,de Puerto Pollensa .
Y nuestros cuerpos festejaron juntos,
ese deseado y esperado encuentro,
y un sol muy rojo te guiñaba un ojo,
mientras se disfrazaba de aguacero.
Y sin dormir nos fuimos a la playa,
y nos besamos descaradamente,
alucinando al gordito de gafas,
que fue corriendo a cambiarse los lentes