Idioma Origen:
No rechacemos el sentido de los sentimientos, no por llorar somos más débiles, sino sinceros.
Saber vivir el día a día nos convierte en sabios,
nos aparta del malfario que nosotros mantenemos.
No rechacemos el sentido de los sentimientos, no por llorar somos más débiles, sino sinceros. Saber vivir el día a día nos convierte en sabios, nos convierte en ángeles directos hacia el cielo.
Sé que saber vivir bien es algo que cuesta, como cuando sube del mar la marea, y el agua hasta el cuello te llega. Y es entonces cuando piensas que apenas vale la pena vivir. No seas así, que tú eres fuerte y no débil.
Sé que es fácil pensar en el fin de los días. Frágil, idea fija que nos hace desconfiar más de la vida debido a situaciones antiguas, comprometidas con vistas a oscura penumbra. La cual cree que nos domina y hace sentirnos dominados por una cruel pesadilla. La cual amarga tu vida y apaga la chispa de esta misma decisión, ¿si o no?.
Prefieres vivir arreglándolo, o arreglarlo del tirón como un buen mecánico. Ánimo, siente de tu corazón el pálpito al ritmo del vaivén de tu mano
despidiéndose del pánico creado. Por uno mismo y por otros asimilados, y está claro que la debilidad hace el daño, pero a la vez fuerza ganamos.
De errores aprendemos algo, sea bueno o malo.
Acostumbrados bien vamos por comprobarlo. Me declaro buen señor en el caso, tanto aclamado como humillado, vencedores seremos los bienaventurados.
Por saber decidir qué hacer en cada situación, seguridad interior crea bienestar exterior. Misión: vivir la vida de la mejor forma posible,
e intentar que nuestras mentes queden libres.
No rechacemos el sentido de los sentimientos, no por llorar somos más débiles, sino sinceros.
Saber vivir el día a día nos convierte en sabios,
nos aparta del malfario que nosotros mantenemos.
No rechacemos el sentido de los sentimientos, no por llorar somos más débiles, sino sinceros. Saber vivir el día a día nos convierte en sabios, nos convierte en ángeles directos hacia el cielo.
No rechacemos el sentido de los sentimientos, no por llorar somos más débiles, sino sinceros.
Saber vivir el día a día nos convierte en sabios,
nos aparta del malfario que nosotros mantenemos.
No rechacemos el sentido de los sentimientos, no por llorar somos más débiles, sino sinceros. Saber vivir el día a día nos convierte en sabios, nos convierte en ángeles directos hacia el cielo.
Idioma Destino:
No rechacemos el sentido de los sentimientos, no por llorar somos más débiles, sino sinceros.
Saber vivir el día a día nos convierte en sabios,
nos aparta del malfario que nosotros mantenemos.
No rechacemos el sentido de los sentimientos, no por llorar somos más débiles, sino sinceros. Saber vivir el día a día nos convierte en sabios, nos convierte en ángeles directos hacia el cielo.
Sé que saber vivir bien es algo que cuesta, como cuando sube del mar la marea, y el agua hasta el cuello te llega. Y es entonces cuando piensas que apenas vale la pena vivir. No seas así, que tú eres fuerte y no débil.
Sé que es fácil pensar en el fin de los días. Frágil, idea fija que nos hace desconfiar más de la vida debido a situaciones antiguas, comprometidas con vistas a oscura penumbra. La cual cree que nos domina y hace sentirnos dominados por una cruel pesadilla. La cual amarga tu vida y apaga la chispa de esta misma decisión, ¿si o no?.
Prefieres vivir arreglándolo, o arreglarlo del tirón como un buen mecánico. Ánimo, siente de tu corazón el pálpito al ritmo del vaivén de tu mano
despidiéndose del pánico creado. Por uno mismo y por otros asimilados, y está claro que la debilidad hace el daño, pero a la vez fuerza ganamos.
De errores aprendemos algo, sea bueno o malo.
Acostumbrados bien vamos por comprobarlo. Me declaro buen señor en el caso, tanto aclamado como humillado, vencedores seremos los bienaventurados.
Por saber decidir qué hacer en cada situación, seguridad interior crea bienestar exterior. Misión: vivir la vida de la mejor forma posible,
e intentar que nuestras mentes queden libres.
No rechacemos el sentido de los sentimientos, no por llorar somos más débiles, sino sinceros.
Saber vivir el día a día nos convierte en sabios,
nos aparta del malfario que nosotros mantenemos.
No rechacemos el sentido de los sentimientos, no por llorar somos más débiles, sino sinceros. Saber vivir el día a día nos convierte en sabios, nos convierte en ángeles directos hacia el cielo.
No rechacemos el sentido de los sentimientos, no por llorar somos más débiles, sino sinceros.
Saber vivir el día a día nos convierte en sabios,
nos aparta del malfario que nosotros mantenemos.
No rechacemos el sentido de los sentimientos, no por llorar somos más débiles, sino sinceros. Saber vivir el día a día nos convierte en sabios, nos convierte en ángeles directos hacia el cielo.