Idioma Origen:
Se le acabaron los alados a un corazón, estropeado
de madurar por tí, y de extrañarte así.
Ahora me dejas condenado a deambular desenfrenado,
sin sueños por cumplir, y que contarte a tí.
El norte ha quedado detrás de mis pasos y tus decisiones. Sumiso, cansado y, a cada momento,
mis complicaciones.
Y ahora que no reconozco tus palabras, y que me cuestan olvidarlas, sigo sufriendo por tu piel.
Y ahora que no reconozco tus palabras, y que me cuestan olvidarlas, sigo sufriendo por tu piel.
Se me acabaron los alados, y la razón se fue a tu lado. Te abandono por tí, sin indagar por mí.
Y me resigno encarcelado, beso tu azote entre mis manos. Un mimo para tí se te ha olvidado en mí.
El norte ha quedado detrás de mis pasos y tus decisiones. Sumiso, cansado y, a cada momento,
mis complicaciones.
Y ahora que no reconozco tus palabras, y que me cuestan olvidarlas, sigo sufriendo por tu piel.
Y ahora que no reconozco tus palabras, y que me cuestan olvidarlas, sigo sufriendo por tu piel.
Se me acabaron los alados a un corazón estropeado.
El norte ha quedado detrás de mis pasos. Sumiso y cansado.
Y ahora que no reconozco tus palabras, y que me cuestan olvidarlas, sigo sufriendo por tu piel.
Y ahora que no reconozco tus palabras, y que me cuestan olvidarlas, sigo sufriendo por tu piel.
Y ahora que no reconozco tus palabras, y que me cuestan olvidarlas, sigo sufriendo por tu piel.
Y ahora que no reconozco tus palabras, y que me cuestan olvidarlas, sigo sufriendo por tu piel.
Se le acabaron los alados.
Idioma Destino:
Se le acabaron los alados a un corazón, estropeado
de madurar por tí, y de extrañarte así.
Ahora me dejas condenado a deambular desenfrenado,
sin sueños por cumplir, y que contarte a tí.
El norte ha quedado detrás de mis pasos y tus decisiones. Sumiso, cansado y, a cada momento,
mis complicaciones.
Y ahora que no reconozco tus palabras, y que me cuestan olvidarlas, sigo sufriendo por tu piel.
Y ahora que no reconozco tus palabras, y que me cuestan olvidarlas, sigo sufriendo por tu piel.
Se me acabaron los alados, y la razón se fue a tu lado. Te abandono por tí, sin indagar por mí.
Y me resigno encarcelado, beso tu azote entre mis manos. Un mimo para tí se te ha olvidado en mí.
El norte ha quedado detrás de mis pasos y tus decisiones. Sumiso, cansado y, a cada momento,
mis complicaciones.
Y ahora que no reconozco tus palabras, y que me cuestan olvidarlas, sigo sufriendo por tu piel.
Y ahora que no reconozco tus palabras, y que me cuestan olvidarlas, sigo sufriendo por tu piel.
Se me acabaron los alados a un corazón estropeado.
El norte ha quedado detrás de mis pasos. Sumiso y cansado.
Y ahora que no reconozco tus palabras, y que me cuestan olvidarlas, sigo sufriendo por tu piel.
Y ahora que no reconozco tus palabras, y que me cuestan olvidarlas, sigo sufriendo por tu piel.
Y ahora que no reconozco tus palabras, y que me cuestan olvidarlas, sigo sufriendo por tu piel.
Y ahora que no reconozco tus palabras, y que me cuestan olvidarlas, sigo sufriendo por tu piel.
Se le acabaron los alados.