Compositor: Ramón Cabrera
No sé qué tiene tu voz que fascina,
no sé qué tiene tu voz tan divina,
que en mágico vuelo le trae consuelo a mi corazón.
No sé qué tiene tu voz que domina
con embrujo de magia a mi pasión.
Tu voz se adentró en mi ser y la tengo presa.
Tu voz que es tañer de campanas al morir la tarde.
Tu voz que es gemir de violines en las madrugadas,
es el divino poder que tienes mi bien para enternecer.
Tu voz que es susurro de palmas, ternura de brisa.
Tu voz que es trinar de sinsontes en la enramada.
Tu voz que es gemir de violines en las madrugadas.
Dios te bendiga mi bien tu gracia y tu ser,
que me hacen soñar.
Tu voz que es susurro de palmas, ternura de brisa.
Tu voz que es trinar de sinsontes en la enramada.
Tu voz cristalina corriente, cual una cascada.
Dios te bendiga mi bien tu gracia y tu ser,
que me hacen soñar.
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