Para un pueblo dominado por al tiranía, cada minuto e suna lagrima de dolor y cada día queda marcado por el glorioso nombre de uno mas de sus hijos sacrificados. Junto a Rubén Jaramillo, Román Guerra Montemayor y Arturo Gamiz, cada gobierno agrega nuevos mártires, aumentando así las deudas de sangre de los opresores. Nadie debe olvidar quelas deudas de sangre se pagan con sangre.
Dos de enero en Michoacán, Genaro Vázquez.
Seis de enero en Sinaloa, el dirigente Campesino Marcelo Loya,
Quince de enero en Chihuahua, Adelina Gallegos y Diego Lucero,
Veinte de enero, Josafa Tenorio Pacheco en Puebla,
Trece de febrero en Yucatán, Efraín Calderón Lara,
Catorce de febrero, Fermín Prieto en el Estado de México.
De sexenio a sexenio, cambios de estilo, del asesinato masivo se pasa al asesinato selectivo, pero los mismos ríos de muerte, Joel Arraiga, Enrique Cabrera, Raúl Ramos Zavala, Ramiro Díaz Avalos, Tomas Chavero Morales. Las heroicas mujeres mexicanas, del brazo de sus camaradas, Julieta Nocnil, Lourdes Duran, Olivia Ledesma, desaparecidos de quienes hasta se ignora lugar y fecha de su muy posible muerte. Elfibio Ocampo Mancilla de Guerrero, Jacobo Gamez García de Chihuahua, Los hermanos José y Alberto Domínguez Rodríguez.
Tomado de AlbumCancionYLetra.com
La saña y el sadismo, propio de las bestias rabiosas, a Teresa Hernández y a Mariano se les ejecuta en Ciudad Universitaria, ante cientos de espectadores a mansalva y con tiro de gracia, a Carlos Renteria Rodríguez con ráfagas de metralleta en Monterrey, a Salvador Martínez Alfaro en Guadalajara, en tortura mueren Nicolás Salinas e Hilario Moreno, en Lecumberri Miguel Domínguez Rodríguez y Morón Chiclayo, cayeron Carmelo Cortes y Primo Medrano Mederos la patria queda orgullosa de Pablo Alvarado Barrera y de Lucio Caballas Barrientos.